Search this site powered by FreeFind

Quick Link

for your convenience!

Human Rights, Youth Voices etc.

click here


 

For Information Concerning the Crisis in Darfur

click here


 

Northern Uganda Crisis

click here


 

 Whistleblowers Need Protection

 


Asunto: Malestar en el Barrio Chino


Por David Matas y David Kilgour
20 de enero 2009

ulie Miville Dechêne
Ombudsman, Servicio francés
Sociedad Radio-Canadá

No encontramos que la respuesta recibida de Radio Canadá, atribuida a nuestra protesta, sea satisfactoria. Por lo tanto, deseamos proseguir nuestra queja.

1. La respuesta de que la tensión en el Barrio Chino “fue causada principalmente por la presencia de Falun Gong en el vecindario” es incorrecta. Es una forma de culpar a las victimas de su victimización. Falun Gong es difamado y perseguido. Hay una conexión directa entre difamación y persecución. Falun Gong protesta contra la difamación. La falta yace en la difamación no en los que protestan.

Crescent Chau y La Presse China, se comprometen en palabras del Tribunal de Apelaciones de Quebec en

    “difamación cuando, sin pruebas, acusan a ciertas personas de actos criminales y actos perversos. Simplemente, ver los alegatos no.1 (lavado de dinero, tratos con el medio criminal o mortal); no.4 (mujeres forzadas a ejercer la prostitución); no.5 (bestialidad); no.6 (¿?); no.7 (¿vampirismo?); no.13 (violencia y crueldad)…los textos mentirosos y difamatorios tienen como blanco a Li Hongzhi, sus allegados, los dirigentes del movimiento y el movimiento en sí”.

Vea el párrafo 13 y 14 de su juicio de mayo 13 del 2008, en el caso de Zhang V. Zhau.

Seguramente, en este contexto, el motivo de la tensión fue la difamación sin pruebas de actos criminales y perversos por parte de Crescent Chau y La Presse China contra Falun Gong y no la presencia de Falun Gong. ¿Es correcto realmente decir que los responsables de la tensión son los que protestan por la difamación y no quienes los difaman?

2. La carta de respuesta de Radio-Canadá a nuestro reclamo además rechaza nuestra declaración de que Falun Gong no es una organización con una cantidad de afirmaciones sin pruebas. La declaración dice que las iniciativas son “muy estructuradas”. Pero, ¿cuál es esa estructura que defiende Radio-Canadá? Es solo una suposición de su parte sin detalles ni pruebas.

Radio Canadá se refiere a la “no falta de dinero”. ¿Cuál dinero? Después afirma que hay “recursos financieros considerables”. ¿Cuáles recursos financieros? Nuevamente tenemos aquí suposiciones sin pormenores ni pruebas.

La única referencia que respalda estas afirmaciones es la publicación de La Grande Époque “con oficinas en 30 países, impresa en papel de calidad en 17 idiomas, pero contiene poca publicidad”. Más, para esto hay una simple explicación para este fenómeno, que es producido y distribuido por voluntarios, quedando sólo el costo del papel y la tinta, que es donada por los practicantes individuales de sus salarios.

La carta hace referencia a diferentes órganos trabajando a paso muy cerrado. Otra vez es una afirmación sin evidencia. No es del todo sorprendente que gente comprometida en una práctica común con una creencia subyacente en común estaría horrorizada por la calumnia y la persecución de sus compañeros practicantes. Pero saltar de una reacción humana común a una acusación sin fundamento de una bien fundada estructura moviéndose a paso muy cerrado, es una fantasía de la conspiración, algo que el público de la transmisión debería ser capaz de identificar y anular.

Los medios de comunicación, como un grupo, tienen en el fondo muy poco en común con los practicantes de Falun Gong. Así, los medios de comunicación predominantes, incluyendo a Radio- Canadá, a veces engranado en un periodismo manipulador reportan los mismos acontecimientos, al mismo tiempo y de la misma manera. Este periodismo manipulador dirigió conspiraciones fantasiosas, acusaciones de una conspiración global de medios, acusaciones que en los medios globales convencionales están dirigidas por muy estructurados, bien financiados intereses, lo que resulta de unos medios de comunicación que se mueven como un todo a pasos muy cerrados.

Esa es la clase de acusación de la cuál supongo Radio Canadá está bien enterada. Es preocupante que un medio de comunicación de salida a lo que ha sido el blanco de las fantasías de la conspiración, que tienen tan poca evidencia en su defensa como la fantasía de la conspiración sobre Falun Gong, a la que Radio Canadá da rienda suelta y caiga ella misma presa de esta clase de fantasía.

Debido a que hemos viajado por el mundo para hablar acerca de nuestro reporte, hemos conocido practicantes de Falun Gong en más 40 países y 60 ciudades. Aunque ninguno de nosotros es practicante de Falun Gong, simplemente debido a nuestros viajes, hemos conocido más practicantes y sabido más acerca de Falun Gong día tras día como ningún otro. Sabemos muy bien que no hay estructura, poco dinero y a veces coordinación desafortunada.

Qué ese poco dinero viene de forma individual, que cada quien dona un poquito para gastos específicos en productos y servicios que se necesitan día con día (y no de una cuenta corriente de banco) para sostén de la causa en la que ellos creen. Hemos conocido a muchos de esos donantes individuales y nos explicaron cuánto y en qué gastan su dinero. Hubiera sido un asunto sencillo para Radio Canadá obtener información similar si solamente estuviera comprometido con el periodismo en lugar de actuar bajo el supuesto de una fantasiosa conspiración.

Es sorprendente para nosotros que creyentes inocentes que protestan contra una fiera difamación y persecución sin razón describan su indignación como una bien financiada conspiración. Radio Canadá debería distinguir mejor.

La difamación a grupos, desgraciadamente, ha ocurrido en Quebec a veces contra los francófonos. Cuando la población francoparlante en Quebec protesta a gritos contra la calumnia, como deben de hacerlo, no vemos a Radio Canadá clamando que esa protesta pública es una muy bien financiada y estructurada campaña con fondos y financiamiento que no concuerda con los recursos reales utilizados, y por una buena razón. Pero hoy, esa razón es tan buena para Falun Gong.

3- La carta de Radio Canadá le quita representación a nuestra preocupación, diciendo “sencillamente preguntar sobre el tema es análogo a negar el holocausto”. Por el contrario, como indicamos en nuestra carta, si radio Canadá simplemente hubiera peguntado acerca de si sí o no Falun Gong era una “muy estructurada organización” o “no le falta” dinero, no hubiéramos tenido ninguna objeción.

Sin embargo, empezar con esas suposiciones, sin preguntar nada y sin tener evidencia, es en extremo lamentable. Nuestro reclamo a Radio Canadá no es por preguntar, aún más por no preguntar y proseguir por el camino de la suposición.

Si bien, obviamente, algunas preguntas fueron hechas, la parte más grave de nuestra queja es que las preguntas que se hicieron se basaron en suposiciones insostenibles y sin examinar. Es una pieza de ergotismo por parte de Radio Canadá, que cuando nos quejamos acerca de la confianza en suposiciones en el marco de las preguntas, critica nuestra preocupación como si protestáramos por el interrogatorio per se.

Hurgando en nuestra carta de esta forma, se justifica describir a Radio Canadá de la manera en que Charles Talleyrand describió a la monarquía de los Borbones. Al leer nuestro reclamo, radio Canadá no olvidó nada pero tampoco aprendió nada.

4- La referencia en la carta de Radio Canadá a nuestro reporte sobre Cosecha de Órganos parece argüir que no hay espacio para cuestionar las conclusiones de nuestro reporte. Pero otra vez, esa no fue la naturaleza de nuestra protesta. Acogeríamos positivamente un debate honesto sobre nuestro reporte.

Son las distorsiones y suposiciones las que objetamos. Radio Canadá hace referencia a sus discusiones con David Ownby, Harry Wu y el vocero de Amnistía Internacional, lo más grave de nuestra protesta corresponde a Radio Canadá, no a David Ownby, ni Harry Wu ni Amnistía Internacional. Sentimos que Harry Wu reaccionó exageradamente con las historias iníciales sobre Sujiatun previo a nuestro reporte. Sacamos nuestras inquietudes en el apéndice 16 de la segunda versión de nuestro reporte, accesible en nuestro sitio web.

Nuestra preocupación persiste en que Radio Canadá distorsionó y retorció lo que dijeron David Ownby, Harry Wu y Amnistía Internacional. Nada en la carta de Radio Canadá alivia nuestra preocupación por esta distorsión. De hecho, en la carta continúan estas distorsiones.

En nuestra carta hicimos referencia de pasada a lo que concluyó la Comisión contra la Tortura de la ONU. Escribimos:

    “Esta esquivez [del gobierno de China] y su negativa a confrontar la evidencia que sacamos en nuestro reporte ha sido destacado por el Relator de la ONU para la Tortura, el Relator de la ONU para la Intolerancia Religiosa, y la Comisión de la ONU para la Tortura.”

La carta de Radio Canadá cita del Reporte de la Comisión de la ONU contra la Tortura.

La declaración citada incluye estas palabras:

    “el Relator Especial para la Tortura destacó que un incremento en las operaciones de Trasplante de órganos coincide con el inicio de la persecución de [practicantes de Falun Gong] y que se ha pedido una explicación completa de la fuente de los órganos trasplantados, lo que pudiera aclarar la discrepancia”.

Estas palabras señalan el punto que estamos infiriendo.

Aunque Radio Canadá resalta en negritas las palabras “acusación” y “reclamo” por todas partes en su cita del extracto del reporte de la Comisión, como sugiriendo que la Comisión contradice de alguna manera lo que decimos en nuestra carta. De cualquier modo, Radio Canadá malinterpreta el asunto que tratamos de exponer o son deliberadamente obtusos.

Suyos sinceramente

David Matas
David Kilgour

Home Books Photo Gallery About David Survey Results Useful Links Submit Feedback